El año en el que el Open Government se hizo adulto

Este artículo fue publicado primero en el antiguo blog del proyecto Aporta, ahora transformado en datos.gob.es.

A lo largo del 2010 hemos asistido a una auténtica explosión de los proyectos Open Data en la Administración pública, tanto en España como a nivel mundial. Podemos afirmar sin lugar a dudas ese fue el año en que el Open Government se extendió a lo largo del mundo y que, en la actualidad, el compromiso y la voluntad de apertura existen, están presentes y se extienden.

El nacimiento

2010 fue pues el año de los orígenes, el año en el que surgieron muchas iniciativas locales, regionales, nacionales y supranacionales, que se fueron sumando a las pioneras de USA y UK y otras iniciativas de referencia como el catálogo del Banco Mundial, para ir formando poco a poco una comunidad Open Government Data global y activa.

Estas iniciativas pioneras que sirvieron de revulsivo siguen en el punto de mira de todos a la hora de marcar el camino a seguir, sin embargo cada nueva iniciativa tiende también a dejar su propia impronta y diferenciarse, cuestión lógica por otra parte en cualquier proceso de innovación asociado al uso de tecnologías incipientes.

La madurez

Sin embargo, y dado que el ecosistema del Open Data está alcanzado ya un cierto grado de madurez, ahora es el momento adecuado para replantearse las bases de los proyectos e ir evolucionando poco a poco desde la fiebre del raw data now! hacia modelos más sólidos y compatibles entre sí que sean además capaces de mantenerse a lo largo del tiempo.

Este año 2011 se prevé que sea el año de la consolidación, maduración y extensión de los proyectos, así pues, es hora de volver a repasar los principios y objetivos del Open Government y recapacitar acerca de varias cuestiones y desafíos pendientes ya que, en la actualidad, son todavía muchas las dudas que se plantean sobre cómo llevar a cabo una iniciativa de Open Government exitosa, tanto desde el punto de vista estratégico como tecnológico.

Los retos

Alguno de los grandes retos y necesidades a los que nos enfrentamos y sobre los que ya se está debatiendo desde la propia comunidad son:

  • Desarrollar más y mejores herramientas que nos ayuden en las etapas de identificación, representación, transformación, publicación y reutilización de la información.
  • Adoptar soluciones estándar comunes que aseguren la apertura, reutilización e interoperabilidad de los datos más allá del proyecto mediante el que se publican.
  • Adaptar las políticas, procedimientos y leyes para dar cabida a los aspectos legales específicos de una iniciativa Open Data.
  • Garantizar la calidad, procedencia, y fidelidad de la información, así como el mantenimiento de su carácter abierto a lo largo de toda la cadena de valor que generan los reutilizadores.
  • Mejorar la participación ciudadana y de los reutilizadores, analizando y comprendiendo en detalle sus necesidades en cuanto a consumo de datos.
  • Fomentar el desarrollo de servicios realmente útiles que estén centrados en las verdaderas necesidades de los usuarios y no únicamente en cuestiones estéticas.
  • Elaborar métricas que nos ayuden a estimar los beneficios reales de las iniciativas y el grado de satisfacción de los ciudadanos.

Desafortunadamente, todavía no contamos con todas las respuestas aunque el trabajo diario, y experiencias como la vivida con nuestro proyecto conjunto con la Web Foundation, nos ayudan a realizar un ejercicio de reflexión que ha sido muy útil para comprender mejor cuáles son las motivaciones que hay detrás de los proyectos Open Data y cómo funcionan.

Todas estas cuestiones serán sin duda temas muy interesantes a tratar muy pronto en el “Encuentro de iniciativas Open Data en España”, cuya temática este año son los “Retos y soluciones” del Open Data, lo que lo convierte en un foro muy interesante para compartir experiencias y buscar soluciones comunes.

El objetivo

Entre todos, y con el apoyo del trabajo cada vez más intenso en la materia por parte de instituciones como el W3C, podemos convertir el Open Data no solo en un saludable ejercicio de transparencia, sino en una cadena de valor añadido capaz de generar riqueza y prosperidad para todo el mundo.

Desde la iniciativa Open Data de la Fundación CTIC seguiremos trabajando y desarrollando nuestra metodología, así como nuevos productos para dar respuesta a los retos pendientes con la ilusión de ver día a día cómo surgen nuevas iniciativas, cómo maduran las ya existentes y quizás comenzar a ver más iniciativas y más maduras, no solo desde las administraciones, sino también desde los ciudadanos y la empresa privada y a lo largo de todos los países.

Como el propio Tim Berners-Lee dice:

Esto no ha hecho más que empezar

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